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Testimonios de la Megacausa: “Un compañero de mi padre, de adentro de La Nueva Provincia, le dijo que me cuidara»

Con la declaración de cuatro nuevos testimonios, prosiguieron este jueves 9 de marzo, las audiencias en la Megacausa Zona 5, en el marco del juicio por delitos de Lesa Humanidad que se realiza en Bahía Blanca.

Durante la audiencia número 47 se profundizó en los casos del conscripto-víctima Teodoro Bonfiglio y de Julio Infante Julio, ambos desaparecidos. A ellos se sumó el de una víctima sobreviviente, miembro del Partido Comunista.

Bonfiglio «era una gran persona»

El primer Testigo, Enrique Silverii, declaró en relación a la víctima Teodoro Alfredo Bonfiglio, quien al momento de su desaparición se encontraba haciendo el servicio militar obligatorio en el Batallón Arsenales 181 de la vecina localidad de Pigüé.

Silverii conoció a Bonfiglio en la Universidad Nacional del Sur, mientras cursaban la carrera de ingeniería química en el año 1973, y luego la relación se transformó en una amistad.

A su vez, la víctima había solicitado una prórroga para realizar el servicio militar obligatorio luego de recibirse y, en 1977, fue incorporado al Ejército. Sobre su desaparición, el testigo comentó que:

«Nos enteramos que no había vuelto a la casa, que estaba desaparecido, los padres nos avisaron. El padre, que era militar, empezó a hacer tramites para ubicarlo. Se entrevistó con las autoridades del Ejercito».

«La respuesta que le dieron era que lo habían secuestrado los Montoneros«, agregó, aclarando posteriormente, que él nunca creyó en esa versión.

Como ya hemos informado en la anterior crónica, la desaparición de Bonfiglio fue una puesta en escena del Ejercito para simular un operativo de secuestro por parte de la organización «Montoneros», y de esa manera secuestrar y desaparecer a la víctima.

Posteriormente, el 21 de julio de 1977, el cuerpo sin vida de Teodoro Bonfiglio fue hallado junto al de las víctimas Daniel Gastaldi y Carlos Oliva, cerca de la morgue de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, luego de más de 4 meses desaparecido.

«Estando un día junto a los padres, tocaron timbre y les informaron que tenían q ir a la comisaria a hacer un trámite», recordó el testigo, «era el reconocimiento de una persona en la ciudad de La Plata; fueron y reconocieron a Teodoro, Ahí lo encontraron«.

En este contexto, expresó que «les costó bastante reconocerlo por el estado en que estaba«. Además, comentó que su cuerpo fue traído al cementerio de Bahía Blanca.

Silverii refirió también que él mismo fue perseguido por una publicación en el diario La Nueva Provincia:

«Cuando falleció mi amigo publicamos un aviso fúnebre, con el nombre y apellido de los amigos de él. Un compañero de mi padre, de adentro de La Nueva Provincia, le dijo que me cuidara, que no durmiera en mi casa por un tiempo, cosa que no hice».

Esta advertencia da cuenta de la influencia del diario La Nueva Provincia sobre las persecuciones y la represión en la ciudad.

Para finalizar el testigo resaltó que Bonfiglio era un tipazo, un pibe macanudo, generoso, dadivoso, entregado a los demás, daba todo de si, lo material no importaba, era una gran persona».

«Se veía un rastro de sangre desde la oficina hasta la vereda»

El testigo José Ángel Inostroza, quien fue citado por el caso de Julio Infante Julio, relató circunstancias similares a las expresadas por testigos anteriores.

Inostroza también era empleado del Bowling Center que fue tiroteado el 18 de mayo de 1976 por un grupo de alrededor de diez u once encapuchados que ingresaron violentamente al local en busca de Infante.

«De repente una banda de gente entra gritando, policía, ejercito, marina, de todo y escuchamos muchos tiros y humareda«, recordó el testigo, «para mi eran todas armas que usaban en esa época el Ejército». Por otro lado, agregó que:

«Cuando se fueron y fui para adelante, se veía un rastro de sangre desde la oficina hasta la vereda. La sangre era de Infante, que se lo llevaron estas personas. Tenía 18 años y un miedo atroz«.

El testigo relató que, del miedo, cobró su salario, se fue del local y no solo no trabajó más, sino que se fue de la ciudad de Bahía Blanca y nunca más volvió.

«Ella pensaba que todavía no la habían matado porque estaba embarazada»

A continuación, se pudo escuchar el testimonio del testigo-víctima Pedro Andrés Gaviño Mora, quien fue secuestrado en su domicilio de calle Estomba al 1100 en la madrugada del 17 de septiembre de 1976.

En ese momento Pedro Gaviño vivía con su compañera y sus dos pequeños hijos, era empleado de comercio y militaba en el Partido Comunista.

La noche de su secuestro se encontraba junto a sus hijos cuando un numeroso grupo de personas ingresaron violentamente a su domicilio para llevárselo. Su esposa estaba de viaje, por lo que Gaviño resalta que los secuestradores dejaron a los dos niños (de tres años y de apenas unos meses) en la casa de una vecina luego del violento episodio.

«Entraron con armamento pesado, me intimidaron, me colocaron contra la pared, revisaron mi casa, se llevaron una biblioteca que yo tenía. Era muy común, después los textos aparecían en comercios donde los vendían».

Una vez subido al vehículo de sus captores relata que fue llevado a un Centro Clandestino. «Fui a parar a un lugar que posteriormente supe que me encontraba en La Escuelita en el V Cuerpo«, señaló, al tiempo que detalló que:

«Me encadenaron a la parte de arriba de una cama cucheta, donde abajo había una muchacha joven que me dijo que su compañero se encontraba en otra habitación. Me dijo que ella pensaba que estaba viva porque estaba embarazada«.

El testigo relató que pudo escuchar los interrogatorios bajo tortura de otras personas y que él mismo fue interrogado en una oportunidad, en la que se le preguntó únicamente por su filiación política al Partido Comunista. Luego de eso, no lo interrogaron más.

Pasado un tiempo, que no pudo precisar, fue subido junto a otras dos personas a un vehículo para ser liberado en las afueras de la ciudad:

«Las otras dos personas se resistían a subir al vehículo. El muchacho sollozaba, se ve que tenían certeza de que iban a ser asesinados. Posteriormente supe que efectivamente murieron en un supuesto enfrentamiento con las fuerzas de seguridad«.

Gaviño, de nacionalidad peruana, relató todas las notas de búsquedas que su esposa realizó en ese momento. Entre ellas a la Embajada Peruana. Según comentó, considera que eso podría haber sido la causa de que lo liberaran.

Entre las consecuencias que estas vivencias le acarrearon, está la perdida de trabajos en varias ocasiones, como también graves problema de salud. Finalmente, declaró:

«Toda mi vida ha sido marcada. Solo en Viedma 200, compañeros han pasado por esta situación. Las personas que hicieron esto tienen que explicar por qué mataron gente… Y no lo hacen».

«Los policías se dedicaban a perseguir estudiantes»

Para finalizar la jornada del jueves, declaró el testigo-víctima Juan Larrea, por el caso de la víctima anterior, Gaviño, quien fue su compañero de militancia en el Partido Comunista desde la década del 60.

Larrea también sufrió persecución y cárcel, y ya ha declarado en otras oportunidades en los diferentes juicios.

Además de dar cuenta de la persecución de Gaviño, también se refirió a otras víctimas de esta Megacausa. Algunas de ellas militaron junto a él y a otras las conocía por sus diversas militancias.

En cuanto a los imputados en esta causa en particular, Larrea dio cuenta de varios sujetos que actuaban en su época de estudiante, infiltrándose y haciéndoles inteligencia:

«La DIPBA (Dirección Inteligencia policía Buenos Aires) disponía de una patrulla, un equipo, y parte de ese equipo eran vecinos de Gaviño. Ahí estaba Abraham, estaba Del Valle, estaba Calzeta, estaba Kussman. Se infiltraban, sacaban fotos, participaban en las asambleas. Los policías en vez de prevenir el delito se dedicaban a perseguir estudiantes«.

«Estos eran mano de obra de baja calificación, pero había otras personas que tenían grado académico«, continuó explicando, «eran profesores universitarios, personas de leyes que llegan incluso a estar en la Cámara como, por ejemplo, Montezanti«.

«Es decir, no eran solo espías, matones, gatilleros«, aclaró, sino que también «había gente que tenía formación para dirigir un proceso de persecución».

Larrea, Juan Antonio

Kussman, o Harry el Sucio

Preguntado por el imputado de esta causa Claudio Kussman, el testigo contó que fue parte de la patota que ingresó en su domicilio:

«A Kussman lo conozco hace bastante tiempo, porque vivía en la zona de las calles Florida y La Falda, donde concurríamos a estudiar a la casa de Doris Galíndez y él se aparecía ahí. Sabíamos que venía a espiarnos, también aparecía en la universidad. Se hacía llamar ‘Harry el sucio’ por una película de la época«.

En cuanto a su detención en su domicilio de Viamonte y Juan Molina, el testigo relató que «Kussman encabezó el equipo«. «Cuando vimos que tiraron abajo la puerta con barretas, miramos para ver una vía de escape», comentó «y vemos que hay personas con armas largas en los techos«.

«Apagamos las luces de adentro la casa y encendimos las de afuera, para que cuando ingresaran viéramos quienes eran», declaró, al tiempo que recordó que «en esas condiciones lo veo y digo ‘Kussman hdp, ¿Qué estás haciendo acá?’«. «Actuaba a cara descubierta«, agregó.

Finalmente, Larrea pidió dejar un material de registro que da cuenta, según el testigo, de la persecución por parte de las fuerzas Armadas y de seguridad.

El Tribunal conformado por los jueces Ernesto Sebastián, Marcos Aguerrido y Sebastián Foglia evaluará y definirá el pedido corriendo vista a las partes.

Cuadragesimoséptima audiencia de la Megacausa Zona 5 (9 de marzo de 2023)

¿Cuándo siguen las audiencias?

Las Audiencias continúan el próximo martes 14 de marzo, desde las 9 horas, en la sede del Tribunal Oral de Chiclana y Lavalle de nuestra ciudad. Esta semana el Tribunal cambió el día de audiencia de Jueves a Martes por excepción, sin dar cuenta de los motivos.

Los juicios son orales y públicos y puede concurrir cualquier persona que así lo desee, con su DNI.

Las audiencias se emiten de manera virtual por el canal de YouTube de la Subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y por el canal del Poder Judicial, así como en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en El Ágora Digital.

Testimonios de la Megacausa: “Un compañero de mi padre, de adentro de La Nueva Provincia, le dijo que me cuidara» es una publicación original de El Ágora Digital.



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