En el contexto de la Guerra entre Rusia y Ucrania, que subió los precios de los combustibles en el mundo entero, Estados Unidos anunció que está dispuesto a levantar sanciones económicas a Venezuela con el supuesto objetivo de facilitar la reanudación del diálogo entre el gobierno y la oposición del país caribeño, aunque el verdadero motivo es la necesidad norteamericana de acceder al petróleo venezolano.
Mientras Caracas afirmó que estaba al tanto de la posibilidad del levantamiento de las sansciones, anunció que ratifica su alianza con Rusia, de forma de despejar dudas respecto a su posicionamiento internacional.
La novedad más relevante es el eventual levantamiento de la prohibición a la petrolera estadounidense Chevron de negociar con la estatal venezolana Pdvsa, según un alto funcionario norteamericano.
Washington tomó la decisión de aliviar las sanciones “en respuesta a las conversaciones que están teniendo lugar entre el régimen (del presidente constitucional Nicolás Maduro) y el gobierno interino” encabezado por el líder opositor Juan Guaidó y reconocido por Estados Unidos y otros países, explicó el vocero.
“Todo esto responde a una petición del gobierno interino y es el resultado de un acuerdo de ambas partes para volver a las conversaciones, que deberían anunciar muy pronto”, agregó la fuente, según las agencias de noticias AFP y Sputnik. El sector de oposición más cercano al “gobierno interino” de Guaidó anunció ayer su relanzamiento bajo el nombre de Plataforma Unitaria, coalición de la que participan siete partidos, entre ellos los cuatro más numerosos dentro del antichavismo.
El diálogo entre el gobierno y la Plataforma Unitaria se llevaba adelante en la Ciudad de México bajo el auspicio de Noruega, hasta que el oficialismo lo suspendió de manera unilateral en octubre de 2021 como reacción a la extradición a Estados Unidos del empresario colombiano Álex Saab, cercano a las autoridades de Caracas.
Más tarde, el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) y jefe de la delegación oficialista en aquellas negociaciones, Jorge Rodríguez, informó en Twitter que sostuvo una “reunión de trabajo” con su par opositor, Gerardo Blyde, “en el rescate del espíritu de México”, y acompañó el anuncio con una foto en la que se ve a ambos estrechándose las manos.
En cambio, la vicepresidenta Delcy Rodríguez afirmó que el gobierno:
“Ha verificado y confirmado las noticias publicadas en el sentido de que Estados Unidos ha autorizado a empresas petroleras estadounidenses y europeas para que negocien y reinicien operaciones en Venezuela”.
Más allá de la excusa del diálogo con la oposición, el verdadero interés de Estados Unidos es que el impacto de las sanciones económicas a Rusia por la guerra en Ucrania no afecte tanto al mercado energético (del cual Rusia es potencia). De allí el interés en el petróleo venezolano. Por el otro bando, en Caracas hay un especial interés en hacer lo posible para levantar las sanciones contra el país caribeño y así aliviar un poco la delicada situación económica que vive.
El apoyo estadounidense al diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición es sólo la fachada diplomática necesaria para no exponer que aún hasta la actualidad sigue vigente el decreto de Donald Trump que declaró a Venezuela un “peligro para la seguridad nacional” de EEUU, y que ahora están dispuestos a cambiar su mirada sobre Caracas para enfríar la influencia de Vladimir Putin en Latinoamerica al tiempo que buscan salvaguardar su mercado energético.
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