Desde el comienzo de la formación de un Gobierno progresista con la moción de censura contra el gobierno de Rajoy tras los escándalos de corrupción política. comenzó una época de difusión, discursos, relatos y propaganda de crispación y odio del Partido Popular y Vox a toda representación democrática del gobierno de PSOE/UnidasPodemos.

Literalmente en el Congreso español, desapareció el debate sobre cualquier tema relevante y todo se concentró en disparar dardos envenenados e insultos reiterados denuncias falsas, mentiras galopantes y bulos contra el gobierno elegido democráticamente. El Partido Popular no tuvo empacho incluso de ingerir que el gobierno era ilegítimo y se sirvió de una prensa pancartista, jueces fiscales e instituciones para su cometido de acoso y derribo.

El clima hostil  le sirvió para tapar los trapos sucios del PP en los casos de corrupción gravísimos que aún se debaten en sedes tribunalicias, les sirvió para convencer a un electorado madrileño que se comió y se empachó de las "libertades" de Ayuso en plena pandemia, a pesar de los miles de ancianos muertos por Covid y abandono en las Residencias bajo su responsabilidad, el descalabro de la sanidad pública y después de su fracaso electoral en Catalunya y País Vasco.

Pero España, le quedó chica a Pablo Casado y su gestión al odio. Al principio lo intentó contra la Unión Europea para que sancionara a España y al gobierno Español haciendo peligrar la partida de 150 mil millones de euros destinada a nuestro país para su reconstrucción económica que provocó la pandemia.

La cuestión del odio y crispación que desató Casado en España, también la exportó contra países iberooamericanos, provocando serias grietas diplomáticas y fundamentalmente sociales, al punto de provocar que monumentos históricos españoles en varios países como Estados Unidos, México, Colombia, Argentina, Chile, Venezuela se vieran sometidos a vandalajes y destrucción. Recientemente, el órgano electoral de Perú acusó a Díaz Ayuso de promover 'Fake News' y la embajada peruana instó a la presidenta de la Comunidad de Madrid a retractarse de sus declaraciones mentirosas contra el País hispanohablante.

Una "política" de confusión y ataque. A Días Ayuso si le cuestionan su asalto a Telemadrid, responde con el nombramiento a dedo de Rosa María Mateo, si le preguntan por las prioridades de su gobierno, responde con Cuba, Venezuela, Bolivia, Perú, México o el que le salga.

Esta injerencia del Partido Popular en los asuntos internos de otros países, fundamentalmente en América latina, lo que está desencadenando no es precisamente la división y enfrentamiento entre ciudadanos de origen, sino por el contrario está promoviendo el odio a todo lo español que por ahora pasa por la destrucción de monumentos y la reclamación diplomática.

Así se perdió Cuba, el protectorado de Marruecos, Gibraltar, la República Árabe Saharaui entre otras y amenaza con perder Catalunya sin excluir el País Vasco.