La Residencia Valdesur desvió este martes vacunas Pfizer para grupos de personas externos, allegados que no tienen derecho en esta fase que se enmarca en una disposición de Sanidad, exclusiva para Ancianos y personal sanitario de las residencias

Esta incidencia se ha podido comprobar a través de periodistas presentes durante el operativo, aunque la dirección del centro en cuestión ha negado rotundamente que tal cuestión se haya producido a pesar que estas prácticas la corroboran varios testigos.

Este centro vuelve a ser noticia, luego de ser la protagonista de acumular mayor fallecimientos en residencias de Madrid por Covid19 y que su principal accionista, Ignacio Fernández-Cid Plañiol, quien además ocupa la Presidencia de la patronal del sector, la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), fuese muy activo atacando la gestión del gobierno Sánchez/Iglesias contra la pandemia, y muy especialmente activo en rechazar cualquier responsabilidad de los gestores de las residencias por las muertes de los ancianos, que ahora investiga la Justicia a raíz de centenares de denuncias. Fernández-Cid se ha justificado con su principal argumento: «Nos han dado solo medicación para sedar a los ancianos, no para tratarlos». Y sabiendo lo que sabía, no haya denunciado en su momento a la Comunidad de Madrid de un delito supuestamente grave.

Hay que recordar además que el grupo que dirige Fernández-Cid, fue intensamente beneficiado con las políticas de Gallardón y Esperanza Aguirre con dinero público. De los aproximadamente 260 millones que la Comunidad de Madrid destina anualmente a financiar plazas residenciales en entidades privadas, 166 millones van a la caja de algunos de los doce grandes grupos más poderosos del sector, uno de ellos el de Fernández-Cid.

En definitiva, Isabel Díaz Ayuso, quien está al frente de la gestión de la vacunación madrileña, quien debe controlar el operativo vuelve a estar señalada en estas cuestiones del desvío de la vacunación en un centro privado de residencia de ancianos y teniendo en cuenta que precisamente en este, había periodistas que pudieron advertir la irregularidad, supone la posibilidad que en otros de los pocos que se ha administrado la dosis de la vacuna, podrían haberse producido las mismas características irregulares.