Está situada en el centro de la fachada norte del recinto amurallado de la Alhambra, ubicándose al lado de la pequeña torre de los Puñales la cual continúa a la imponente torre de Comares situada más al este. Desde los miradores de los barrios del Albayzín y del Sacromonte es fácilmente distinguible y desde el Albayzín, cuando llega el invierno, podemos contemplar los espectaculares cimientos que sustentan esta torre, en saliente sobre la muralla. Son únicos en todo el conjunto monumental por su envergadura, tamaño y altitud, aunque suelen pasar desapercibidos ante la extraordinaria belleza y grandiosidad de la Alhambra.

La torre eleva su altura desde el mismo suelo donde se asienta y podemos contemplarla de cerca, así como sus almenas, desde el norte del Patio de la Madraza de los príncipes también conocido como patio de la Mezquita. Como sabemos, este patio -junto al patio de Machuca- pertenece al palacio del Mexuar. En la vertiente o lado sur de esta torre podemos ver los restos de la calle-foso que conducía en época nazarí hasta las proximidades del palacio. Y en la muralla exterior podemos intuir la desconocida puerta Alta del Bosque que permitía la salida al bosque de San Pedro, camino del barrio del Albayzín y el río Darro.

Se trataba de una torre de carácter defensivo, teniendo un enorme valor estratégico debido a su ubicación ya que, desde su forma rectangular, controlaba el paso de gentes hacia los palacios. En el exterior de la torre, por su cara oeste, encontramos una puerta hacia la actual explanada que da paso al patio de la Madraza de los Príncipes. Además, a un nivel más alto tanto al oeste como al este, cuenta con sendas puertas que permitían el acceso al interior de la torre, ahora restringido para los visitantes.