Desfile del "Día de Muertos" - México CDMX - 2017
El 28 de octubre pude presenciar en la Ciudad de México ( ex DF hoy CDMX ) el espectacular "Desfile del día de Muertos", con el que los mexicanos abren la "Celebración de Muertos".
Celebración de muertos ? seguramente se preguntarán muchos de ustedes y a continuación posiblemente añadan, "cuando alguien muere, no se celebra, se llora y se está de luto".
Pues bien, luego de recorrer mucho mundo y de conocer in situ diferentes culturas les puedo asegurar que son muy diferentes las formas de tomarse la muerte en los diferentes puntos del planeta.
El Día de Muertos es considerado la tradición más representativa de la cultura mexicana. La celebración principal se lleva a cabo en dos días: el 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos.El origen del Día de Muertos tiene sus raíces en el sincretismo de las culturas prehispánica y europea, de las cuales se enriquecieron los ritos y las ceremonias que se realizan alrededor de esta festividad.La creencia popular es que las almas de los seres queridos que se nos fueron regresan de ultratumba durante el Día de Muertos.Por ello, se les recibe con una ofrenda donde se coloca su comida y bebida favorita, fruta, calaveritas de dulce y, si fuese el caso, juguetes para los niños.T
ampoco faltan las fotografías de los difuntos y las coloridas flores de cempasúchil.En México se percibe a la muerte de una manera muy peculiar, pues los mexicanos utilizan la sátira para burlarse de ella.Un ejemplo de esta expresión es la famosa “Catrina”: una calavera popularizada por el grabador y caricaturista José Guadalupe Posadas.Tradicionalmente, la Catrina porta la vestimenta de una dama de la alta sociedad, como muestra de la presencia de la muerte en la cotidianidad de todos los estratos sociales.
Ya temprano la Avenida Juarez se fue colmando de gente para ver pasar el desfile y la gente en su gran mayoría estaba disfrazada o pintada para celebrar la ocasión.
Las mujeres estaban pintadas como Catrinas y algunos hombres caracterizaban a su pareja, el Catrín.
Las niñas también estaban maquilladas como Catrinas y lucían serias para la foto, muy compenetradas en su personaje.
Ni los perros se querían peder el desfile.
Subirse a los árboles para tener una mejor panorámica del desfile también era válido.
Me fue irresistible pedirle a algunos de los que pasaban disfrazados una foto para inmortalizar el momento.
Promediando el paso del desfile, que era abierto por este gran globo decidimos emprender la marcha hacia el Zócalo, que era donde la fiesta tenía su punto culminante.
Con el paso de los minutos la gigantesca plaza central de la ciudad se fue llenando hasta quedar totalmente abarrotada de gente.
Estos son algunos del los puntos altos del desfile que pude fotografiar inmerso en la multitud que festejaba el paso del mismo.
Los vendedores callejeros siempre ingeniosos vendían este "periscopio" de cartón para que los que estaban más atrás no se perdiesen detalle del desfile.
A lo largo del Zócalo se podían encontrar "ofrendas" como esta, a cual mas impresionante, en otra nota les subiré fotos de las mismas y les explicaré su significado.
Familias enteras acudieron a la fiesta disfrazadas. Daba gusto verlos poder festejar en paz y armonía entre los cientos de miles de concurrentes sin tener que lamentar incidentes.
Sin dudas una de las experiencias mas fascinantes que he podido vivir durante mis viajes, una fiesta que quedará grabada para siempre en mi memoria.
VIVA MÉXICO !!
VIVA MÉXICO !!
