El Fila Brasilero, Fila Brasileiro o Fila Brasileño (en algunos países de habla castellana se le llama de forma coloquial: Mastín Brasileño, Mastín Brasilero o Mastín Brasileiro), es una raza de perro de origen brasileño.

Es un perro que se creó con el cruce de distintas razas buscando fortaleza y mordedura (mastín inglés), agresividad (antiguo bulldog) y un buen olfato para poder rastrear (perro de San Huberto). Su impresionante porte junto a su carácter leal hace de él que sea muy admirado como perro guardián. La fidelidad que tiene a su amo se convirtió en un proverbio en Brasil: «Fiel como um Fila (Fiel como un Fila)».

Historia / Origen

El Fila Brasilero (Fila Brasileño) no es autóctono de Brasil como en un principio se podía creer. Su procedencia es el cruce de aquellos primeros perros que los colonos españoles y portugueses llevaron a Brasil en el siglo XVII.

Su evolución hasta el Fila Brasilero que conocemos hoy día fue de forma natural, obligado por las necesidades de trabajo y supervivencia en un entorno tan difícil como era la selva brasileña.

En un principio los colonos utilizaron a estos perros para vigilar a los esclavos que traían de África para trabajar en sus plantaciones azucareras. Sus grandes dotes olfativas era lo que necesitaban para rastrear a los esclavos fugados y llevarlos de nuevo a las fincas. Pero el olfato no es su única cualidad, ya que, su fuerza y energía hacen de él un magnífico protector de los rebaños vacunos de los ataques de jaguares y otras alimañas.

Alrededor del año 1930, el gran danés (dogo alemán) era muy popular en Brasil y algunos criadores de Filas Brasileros decidieron introducir sangre del gran danés en la raza. Estos cruces no hicieron ninguna mejora significativa en la raza y por lo tanto se dejo de lado esta idea.