- Los hipocampos, o caballitos de mar, machos son los que traen los hijos al mundo. La hembra agrede sexualmente a su compañero, y deposita los huevos en una especie de bolsa. El hipocampo papá produce una especie de placenta y alimenta a las crías.
- Se ha descubierto que los elefantes Pueden comunicarse a grandes distancias emitiendo unos sonidos infrasónicos, inaudibles para el oído humano.
- Todos los inviernos, unos mil buitres se reúnen en el parque nacional de Gettysburg, en Estados Unidos, pero nadie sabe por qué. Los investigadores han apuntado que la explicación esta posiblemente en la sangrienta batalla ocurrida allí en 1863. Más de 50.000 hombres yacían muertos o heridos en la zona. Los buitres pudieron sentirse tan atraídos por la gran cantidad de carroña como para volver allí año tras año, y pasar esa costumbre a sus descendientes.
- Los mosquitos Tienen cuarenta y siete dientes.
- El tiburón ballena tiene más de 4,500 dientes.
- Las moscas tienen 15,000 papilas gustativas, en las patas.
- El ser humano tiene más de 600 músculos. Una oruga más de 2,000.
- La jirafa tiene 7 vértebras en el cuello, igual que el hombre.
- Los elefantes son los únicos animales en el mundo que no pueden saltar (por suerte).
- Los delfines duermen con un ojo abierto (desconfiados).
- La lengua de una ballena azul pesa lo que un elefante adulto (sera??).
- La historia de Bobby
Nada nuevo la verdad, historias como esta hay por cientos, definitivamente la lealtad es un valor que deberíamos aprender de ellos. Hay en Edimburgo un monumento dedicado a un perro llamado Bobby, tan fiel a su amo -un pastor llamado el viejo Jock- que a su muerte permaneció junto a su tumba durante catorce años. Quienes visitaban el cementerio jamás vieron al animal alejarse de la sepultura.
- Canguros suicidas
Se sospecha que los canguros pueden suicidarse por pena, al igual que los perros cuando pierden a su amo. En 1989, una hembra de canguro murió repentinamente en un zoológico de Brescia, Italia. Una semana después, su compañero se tiró al barranco que separaba los animales del público, y resultó muerto.
- Gatos miopes
Aunque sus ojos relucen en las tinieblas, los gatos no pueden ver en la oscuridad. El brillo se debe a que reflejan la escasísima luz ambiental por medio de una membrana llamada tapetum lucídum. También tienen un campo de visión mucho más amplio que las personas, y son muy sensibles a la luz ultravioleta, lo que les permite distinguir cosas que un hombre jamás vería. Durante el día, los gatos ven mucho peor que nosotros.
