Después de una semana de vacaciones continuamos por nuestra odisea a través del tiempo hasta encontrar lo que hoy conocemos por Bancos. Como les decíamos en artículos pasados, aunque este concepto aún no se hubiera creado, si otros tantos ya se usaban con relativa facilidad, términos que hoy en día están más que unidos a los bancos; como deuda, aval, pagaré, crédito, préstamo…

Al existir todo esto, se formó lo que se conoce como mercados de deuda; junto con los garantes o avaladores que garantizaban el reembolso.

El siguiente paso lógico, siempre desde la opinión del economista John Hicks, es la división en Dos Tipos diferentes de intermediarios muy diferenciados. Los primeros, venden aceptaciones (garantías de deuda); este tipo de intermediarios conocen a muchos deudores, algo así como una agencia de calificación crediticia. El segundo, compra las deudas junto con las aceptaciones, con un descuento del valor nominal de la deuda, o sea, su tarifa.

“Un comerciante que necesita efectivo lo necesita ahora, no dentro de seis meses. Por lo tanto, hay un descuento en una factura principal que es una pura cuestión de preferencia temporal: una tasa de interés pura. “

Esta diferencia es clave, porqué de esta diferenciación evoluciona lo que hoy por hoy conocemos como el “riesgo de crédito”, que no es más que el pago realizado mediante aceptaciones, y la “preferencia temporal”, o sea, la preferencia de querer tener el efectivo (que no la aceptación) ahora, y no más tarde. Obviamente, en el segundo caso, cuesta un interés. Estas dos variantes del precio, surgen de manera implícita cada vez que se vende deuda.

Y aquí viene la piedra angular de Hicks, en esta diferenciación:

“El problema es que el establecimiento de un mercado competitivo para préstamos simples no es en absoluto una cuestión simple. El prestamista está pagando en efectivo, por una promesa cuya ejecución es, por definición, en el futuro. Cierto grado de confianza en la solvencia crediticia del prestatario, no solo su intención de pagar, sino también su capacidad de pago, como lo será en el futuro, es esencial. No puede haber un mercado competitivo para los préstamos sin algo de esta garantía.”

Y a partir de aquí, como se suele decir, ya es coser y cantar; con una red de descuentos para cuentas, intermediarios que están dispuestos a prestar efectivo contra una deuda garantizada; solo queda un paso para llegar a los bancos propiamente dichos. Pero dejaremos este último paso para el siguiente artículo. Esta vez sí, el último de esta historia.

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