Se dice que aproximadamente en el año 2002, en plena guerra de Afganistán, una patrulla de Soldados estadounidenses se perdió en una zona montañosa de ese país. Como consecuencia, fue enviado un grupo especial de Marines para rescatar dicho escuadrón. Es así que llegan a una montaña donde se ve la entrada a una Cueva a lo lejos. Al comenzar a subir y acercarse a la cueva logran distinguir gran cantidad de huesos y parte de equipamiento militar destrozado que parecía pertenecer a la patrulla que estaban buscando. Se dice que al llegar cerca de la entrada a la cueva, los soldados se pusieron en posición defensiva, esperando una posible emboscada de los talibanes. Pero desde dentro de la cueva salió disparada un gran lanza que atravesó a uno de los soldados dándole muerte en el acto. Es ahí cuando ven salir desde dentro de la caverna a una figura humana de aproximadamente cuatro metros de altura con larga barba y cabellera roja. Entonces comienzan una ráfaga de disparos contra el cuerpo del Gigante sin lograr el cometido de abatirlo, luego comienzan a dispararle a la cabeza, logrando después de varios minutos darle muerte.

Luego de salir del estado de shock y sorpresa se comunican con la base para pedir refuerzos y un helicóptero para transportar el cuerpo del gigante.
Según el piloto del helicóptero, se le ordenó prepararse para transportar una carga de más de 500 kilos, y no se le permitió llevar ningún tipo de cámara. Es así que logran transportar el cuerpo de gigante a la base montada en Afganistán.

Los soldados luego inspeccionaron el interior de la cueva, encontrando gran cantidad de restos humanos entre ellos los de sus compañeros.
Se dice que el gigante luego fue transportado a una base en Estados Unidos en un avión especial de carga y nunca más se supo de él.
Cuando los soldados especiales regresaron a los Estados Unidos, se vieron obligados a firmar acuerdos de confidencialidad y todo el incidente se catalogó como clasificado.

Los nativos de Afganistán conocían muy bien las historias de gigantes bíblicos que habitaban las cuevas de la zona montañosa. Según ellos, los huesos que había en la entrada de sus guaridas eran de las víctimas que los lugareños ofrecían como sacrificio.
Este relato fue contado en un foro de internet hace varios años por una persona que se hizo llamar «Mr. K», el cual dijo ser parte de ese famoso escuadrón que tuvo este encuentro con el «gigante bíblico» al que llamaron «el gigante de Kandahar».