En homenaje a Fernanda, hoy, día 7 de enero, quiero desearos a todos una Feliz Navidad Copta. Me encanta celebrar las cosas cuando no vienen a cuento, cuando me apetecen y las siento, y no cuando me dice el calendario (o el maldito Corte Inglés) que tengo que hacerlo. Es despreciable dejar que las cadenas comerciales nos condicionen el horario.

Por eso siempre me encanta acogerme (cuando me viene en gana) a las festividades de otras zonas y lugares del mundo y felicitar a la gente por Hanuka, sentirme genial por la fiesta del Cordero o celebrar festivamente el Año Nuevo Chino. Puedo celebrarlas o no, porque no tengo ninguna obligación, y además muchas veces es bonito porque no son festividades mías sino de la gente que vive en mi país (como el Áño Nuevo peruano-Inti Raymi- que se viene celebrando últimamente en Madrid) y el verles felices me alegra.

Así que en cuanto a la Navidad, siempre me ha hecho gracia felicitarsela a la gente el día 6, como hacen los rusos, y que aquí es un día maravilloso porque han llegado los Reyes y además han acabado ¡¡por fin!! nuestras navidades (la presión comercial y social han conseguido que contradictoriamente odie las fiestas mayoritarias de mi país) Así que nada, hoy que en España todo el mundo tiene sensación de que algo ya ha acabado (no les digo los pobres niños y adolescentes que vuelven mañana al colegio) que por fin hay de nuevo una sensación de sosiego, calma, tranquilidad y reconciliación con uno mismo, me alegro de poder acogerme a la sugerencia de MiVida (que estará hoy quitando su árbol en El Cairo) y poder decirles hoy a todos ustedes: Feliz Navidad Copta. De corazón.

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