Hoy día aun puedo recordar esa conversación en la tienda de don Oto, estando con mi Amigo hablando de la bicicleta y de salir a rodar con ella un señor que nos escuchaba se nos acerco y ocupo una silla que teníamos libre en aquella mesa, aquel señor visiblemente entusiasmado nos habló de los sitios que había visitado en su bicicleta, de los kilómetros que recorría cada fin de semana y hasta en fotos se regodeo por su flamante bici de carreras, junto a mi amigo nos miramos con algo de incredulidad y por no quedarme atrás mencione que yo corría maratones cuando apenas salía a trotar por las calles del barrio de vez en cuando, en el momento en que por fin aquel señor se cansó de contarnos todo lo que hacia y dejaba de hacer volvimos a nuestra charla, la de salir a rodar en bici, pero aquellas palabras de participar en carreras corriendo largas distancias quedaron dándome vueltas en la cabeza.

Aquel amigo que estaba conmigo ese día ha sido culpable de Muchas de las cosas buenas que me han pasado en la vida, de alguna manera una palabra o una idea suya termina convirtiéndose en una bola de nieve que se va agigantando y concluye en un nuevo uniforme para el equipo de futbol, o un grupo para salir a  rodar en bici o conmigo pensando seriamente en empezar a correr maratones, tal vez él no se da cuenta pero muchas de esas palabras dichas casi sin querer toman tanta fuerza que afectan la vida de todos nosotros, de quienes le rodeamos y nos consideramos sus amigos, este amigo mío es causante de muchas cosas,  tiene un carisma especial que termina contagiándonos y nos anima a llevar a cabo lo planeado, así sea la idea más descabellada nos coordinados de tal forma que le damos forma a esa idea, eso es algo que por mas que lo pienso no sé cómo logra movernos de esa manera.

Tengo un amigo que siempre he tenido a mi lado cuando lo he necesitado, en el que puedo confiar de una manera distinta, que me da una perspectiva distinta a como veo las cosas y que es el culpable de muchos de los nuevos caminos recorridos y todo el sufrimiento que hemos pasado sobre una bicicleta en los últimos años, pero también de llegar en ella a lugares que antes solo soñábamos, culpable de mantener a este grupo unido, de darnos motivos para compartir, para conversar y para celebrar, este amigo llega hoy a sus 50 años, por ello dejo estas palabras junto a mi gratitud, seguro nuestra vida seria distinta si este amigo no nos enredara con sus ideas, muchas gracias Samuel, pase un feliz cumpleaños y aquí estaré pendiente de que se nos ocurre para los próximos días.