Sin querer pasó más de un mes desde que la ola destructiva del enemigo pasara arrasando por las islas. En verdad llegó a ser una tremenda zurra que casi nos borra del mapa. Felizmente Poco a poco la base pudo recuperarse y conseguimos retomar el control. Sin embargo, nuevamente estábamos poco después ante el panorama en que se cambiaba a un general que aparentemente estaba manejando adecuadamente la crisis por alguien que parecía no sé si salido exactamente de alguna manga. Da cólera que quien podría decidir poner a alguien idóneo acabe optando por algún compadre suyo así sea alguien controversial negativamente. Con tantos giros vertiginosos  es un milagro que el coche de la situación no haya salido volando aun.