Ahora resulta que han descubierto un documento con otra "hoja de ruta" hacia la independencia, en la que, a lo personaje villano de una peli de serie B, los malos contarían su plan al héroe pocos minutos antes de llevarlo a cabo, dándole la oportunidad de frustrar sus nefandos propósitos...
No pondré en cuestión la existencia de tal documento, no porque piense que la prensa y los políticos sean de fiar precisamente, Sino porque se han hecho tantas burradas que, sencillamente, no me extraña nada que exista.
Pero la cuestión no es la veracidad o no de ese documento, sino que es para darse de golpes en la pared el pensar que ahora, justamente ahora, alguien haya caído en la cuenta de que la mejor baza del independentismo ha sido siempre abusar de la movilización social de ciudadanos ilusionados para provocar una reacción airada del Gobierno central que no solo aumentaría el número de apoyos en Cataluña (ya se sabe, Rajoy y el PP la mejor fábrica de indepes y todo eso), sino que además les podría dar simpatías en el exterior. Forzar no la negociación entre las dos partes implicadas, sino la intervención de una mediación internacional.
La torpeza inexcusable del Gobierno el 1-O les dio la razón a los indepes. Tardaron en conseguir esa reacción del toro en la cacharrería, pero cuando llegó, incluso superó sus expectativas. Las odiosas imágenes llegaron a todo el mundo, escandalizando en todas partes y horrorizándonos a muchos. Misión cumplida. La batalla del referendum la habían ganado, y con creces.
El problema es que no es suficiente, porque el horror ante la violencia, institucional y de la otra, en este mundo que nos ha tocado sufrir, palidece ante el horror de la economía. El independentismo tendrá ahora simpatías en el exterior, pero no bastan ante la perspectiva de una independencia que económicamente es inviable y que además produciría un efecto cascada en otros territorios que miran atentamente hacia Cataluña. Por lo que pueda pasar cuando otros están moviendo el árbol. Así que hay tirón de orejas al gobierno central por la actuación de sus fuerzas de seguridad, pero ahí queda todo. La Comunidad internacional nunca aceptará un nuevo estado que venga de un referendum preparado como se preparó ni llevado a cabo como se llevó. Como es lógico, aunque más que aplicar el buen sentido se estén aplicando criterios puramente económicos.
Por ello, lo que le queda al independentismo es seguir forzando la mano del Gobierno. Por eso creo que hoy habrá DUI, porque les interesa ver hasta dónde está dispuesto a llegar el Estado. Y no me refiero a la aplicación del 155 en sí misma, que podría hacerse de forma "discreta". Estoy pensando en la imagen de fuerzas de seguridad entrando en el Parlament para detener a los dirigentes independentistas mientras en el exterior sus simpatizantes protesten supuestamente en paz... Estoy pensando en el gigante dormido que se ha despertado; no, no me refiero a la otra "mitad silenciosa" contraria a la secesión, que ha tenido su oportunidad de manifestarse, sino a los cachorros de esta, los grupos ultras que se han visto reforzados. Y que pueden provocar el despertar de los cachorros del independentismo, que hasta ahora han estado más o menos controlados.
Así que no hacen falta conspiraciones de opereta recién descubiertas. La baza independentista hace tiempo que está clara. Movilizamos a nuestra mitad para ver cómo reacciona la otra mitad, y forzamos la mano del Gobierno. Hasta el final. Y ya veremos quién gana en este río revuelto.
Nosotros, la gente normal, seguro que no.
Adeu i bona sort.
