por Groder Torres Trigozo
En los próximos 4 años el Perú tomará el liderazgo mundial en producción de Cacao fino de aroma; hasta el 2016 se sembrarán 28,000 Hectáreas nuevas, gracias a la inversión privada en alianza con la cooperación internacional, los productores y algunas autoridades. A nivel nacional, el total de áreas con cacao alcanzará la importante cifra de 230,000 Hectáreas; y San Martín se consolidará como el primer productor a nivel nacional con aproximadamente 80,000 Hectáreas, este crecimiento alcanzará de manera directa al menos a 40,000 familias en la región.
Desde la perspectiva ambiental, su impacto positivo sobre el medio ambiente será importante porque el cacao se cultiva en sistemas agroforestales, constituyéndose en la reforestación productiva más grande que la región ha experimentado.
Este interesante momento para el sector cacaotero hace que grandes empresas manifiesten su interés en el cacao del Perú y participen asignando recursos económicos en la cadena. Es la primera vez que la empresa privada, para la instalación de Cacao Fino de aroma, invierte de manera directa en el eslabón de la producción junto a pequeños agricultores en alianza con las asociaciones, cooperativas, la cooperación de USAID/PERÚ, instituciones financieras y gobiernos locales. Una suma de esfuerzos que se puede replicar a otros productos bandera de la región. Ahora que estamos en elecciones regionales, sería bueno que los candidatos pongan la mirada en el tema. Esta experiencia podría servir para hacer una política regional: promoción de Alianzas Públicas - Privadas para el desarrollo de cadenas productivas y de valor con participación directa del pequeño productor y la inversión de los compradores.
El cacao fino de aroma puede sonar nuevo o muy sofisticado. ¿De dónde se trae? ¿Es una nueva variedad?. Desde hace algún tiempo, este tipo de cacao existe en la finca de los mismos productores. Su cultivo está focalizado en pequeñas áreas. Son los clones denominados trinitarios como el ICS95, ICS1, TSH565, ICS39, ICS6 y otros.
Un grupo aproximado de 80 productores de cacao, de las comunidades de Balsayacu (Campanilla) en la provincia de Mariscal Cáceres y Saposoa en la provincia de Huallaga, cultivan en sus fincas cacao fino de aroma. Sin saber, por mucho tiempo han estado cuidando lo que ahora tanto desean las chocolaterías más finas del mundo. Se podría decir, que los héroes modernos del desarrollo son este grupo de agricultores que sin costo alguno comparten este valioso material genético con los productores del Perú. Su meta, más de 10 millones de varas yemeras para la instalación de 28,000 Hectáreas de cacao fino de aroma en tres regiones: San Martín, Huánuco y Ucayali.
De hecho un puñado de productores, cambiará el horizonte cacaotero del Perú. Este nuevo escenario positivo del cacao peruano no sería posible si no hay la participación del sector público y privado de una manera concertada que ayude a superar los “cuellos de botella” en la cadena.
Sin embargo, queda una ardua tarea para trabajar como el incremento de la productividad, monitoreo fitosanitarios, ampliar la base organizativa de los productores y la generación de valor agregado. De estos temas, ya existen valiosas experiencias que la próxima gestión del Gobierno Regional deberá tener en cuenta para implementar políticas regionales. Eso esperan los productores.
