Pero te adoro y te extraño,
hasta cuando no debo extrañarte,
los días van y vienen lentamente,
y en solo tres semanas,
siento que se me ha ido la vida entera.
Pero te quiero tanto que no me lo creo,
y mi tiempo está suspendido esperándote,
las mil cosas que hago no están completas,
y hay un cúmulo de tristezas en cada una de ellas.
Pero te deseo inapelablemente,
y no hay boca que me provoque,
ni hay abrazo que me pacifique,
ni hay presencia omnipotente como la tuya.
Kevin Leonardo.
http://www.flickr.com/photos/18329703@N00/