Puede sonar muy repetida esta frase, pero nunca perderá vigencia: “Así es el Fútbol”. Comienzo estas reflexiones con esa frase porque el fútbol es como la vida, es de subidas y bajadas, es de victorias, derrotas, empates, injusticias, irreverencias, luchas, etc. Hoy nos tocó quedar fuera de la competición futbolística más importante de Suramérica, pero nos vamos con la frente en alto porque nuestro país sigue ganándose el respeto que se merece.

Ahora, hay mucho que analizar y sin duda alguna, mucho que aprender y mejorar. El fútbol Venezolano debe ser reflejo de lo que fue nuestra selección, porque esto se está convirtiendo en una evolución que se gesta de arriba hacia abajo, y no desde las bases, como debería ser. Todos debemos sentirnos orgullosos de lo que se ha logrado en esta Copa América, pero no podemos permitir que se quede allí, que se diluya como suele suceder con los triunfos deportivos venezolanos en cualquier ámbito, es el momento de crear a partir del éxito, bases que permitan que esto no sea obra de un trabajo circunstancial, sino que termine siendo una consecuencia de un trabajo sostenido en el tiempo y en el que debemos estar involucrados todos.

Trataré de ser lo más breve posible y estoy seguro que dejaré un montón de temas por fuera, ya habrá otras personas que escriban sobre lo mismo que yo y sobre otras cosas igual de importantes, yo hago mis reflexiones sobre lo que considero es crucial en este momento.

Lo se debe mejorar:

El tema organizativo y dirigencial es el punto más débil de nuestro fútbol, desde la FVF y hasta la escuela más pequeña que pueda existir en algún remoto rincón de nuestro territorio. Debemos apuntar a la profesionalización de los técnicos venezolanos, debemos apuntar a la preparación psicológica de nuestros niños, debemos apuntar a crear un sistema que en sus aspectos organizativos se parezca, salvando las distancias, al Sistema Nacional de Orquestas Juveniles. No podemos permitir que sigan sucediendo episodios como el de Andrés Rouga, como la de equipos de primera división que pierden partidos por 15 a 0 o por falta del número suficiente de policías en la cancha, cosas como la de jugadores tremendamente talentosos que diluyen su crecimiento por indisciplina o desorden personal. Creo firmemente que si logramos mejorar eso, tenemos enormes posibilidades de que este logro obtenido no pase a ser algo meramente anecdótico.

Un tema crítico ha sido el de los arbitrajes, siguen y seguirán tratando de lograr a fuerza del silbato lo que ya no pueden lograr con la pelota, tenemos que adaptarnos a ese ambiente y luchar también contra eso, y más allá, debemos procurar desarrollar en Venezuela árbitros que sean más importantes y categóricos, porque a medida que nuestros árbitros estén presentes en instancias importantes de competiciones internacionales, que estén en contacto con árbitros de otros países y se ganen el respeto del mundo del arbitraje suramericano, en esa misma medida comenzarán a pensarlo dos veces antes de perjudicar a nuestros equipos, comenzarán a observar que sabemos de arbitraje y que no somos ningunos pendejos.

Lo se logró:

Se logró que todo un continente se diera cuenta de una vez por todas que en Venezuela se juega fútbol, que nuestros jugadores tienen raza de lucha, que siempre la han tenido, desde los inicios de nuestro fútbol y que la fortaleza mental del futbolista venezolano está en franco crecimiento y es allí donde está la clave para vencer todas las barreras históricas que hemos tenido. Aprendimos que primero debemos derrotar nuestros temores y paradigmas antes de pretender derrotar a selecciones cuyo peso específico es mucho mayor al nuestro. Logramos hacer que mucha gente crea en nuestro fútbol, que se den cuenta que tenemos un potencial mayor al de cualquier otro país de Sudamérica. Aprendimos que somos una selección incipiente y que aún nos falta sufrir un poco más, porque nunca habíamos jugado este tipo de instancias y supimos hacerlo, con la frente en alto, con orgullo y valentía. Logramos ser versátiles futbolísticamente hablando, más allá de que no esté de acuerdo con muchos de los planteamientos de Farías, pero se demostró que hay una evolución real y que no es obra de la casualidad sino de un trabajo planificado y comprometido, basado más en el aspecto emotivo y grupal que en el futbolístico. Logramos por fin dejar de arrodillarnos ante los grandes, yo interpreto la golpiza final del partido como algo positivo, como algo más que es necesario hacer para seguir ganándonos el respeto, hace 20 años pudiesen haberse burlado y no hubiésemos hecho nada, o sí, darles la mano y pedirles la camiseta.

El Partido:

No hay nada que reprocharle a los jugadores, ayer sudaron la camiseta y dejaron la vida en la cancha, se pudo haber ganado pero el gol no llegó y además, el rival también juega y tiene un gran mérito en ser consecuente con su filosofía de juego, el mérito de ellos estuvo en no dejarse ganar. Pienso que debimos haber planteado un partido más ofensivo desde el principio, en el primer tiempo les entregamos la pelota y corrimos muchos riesgos, el equipo basó su juego en el pelotazo frontal que salvo contadas veces, siempre se estrelló en la muralla defensiva Paraguaya, creo que si hubiésemos planteado el partido más desde el control de balón en el medio campo y el despliegue preciso de defensa a ataque con el balón dominado, podríamos haber creado más ocasiones claras de peligro. En el segundo tiempo el cansancio hizo merma en el equipo Paraguayo, entonces era el momento de colocar jugadores hábiles que manejaran el balón rápido, que nutrieran a los delanteros de pelotas al espacio vacío y que en velocidad pudiésemos desequilibrar la defensa rival. Farías siguió apostando al pelotazo y al juego físico, al choque contra los centrales. En el tiempo extra, ya no teníamos más variantes y Paraguay estaba agotado, considero que se hizo lo que se tenía que hacer, no tengo nada que discutir sobre la estrategia que se siguió para buscar el partido. Finalmente llegaron los penales, una situación en la que nunca habíamos estado, la definición fue contra un equipo que está acostumbrado a eso, pero creo que se demostró que también estamos preparados para afrontar ese tipo de circunstancias, la próxima la ganaremos.

Como reflexión final, espero que todo el país se motive para mirar el fútbol nacional de otra manera, para ver las grandes oportunidades de crecimiento que tenemos, para entender de una vez por todas que no hay nada más sabroso y reconfortante que sufrir sólo por lo nuestro y nunca más por lo de los demás.

Kevin Leonardo.