El sábado cambia repentinamente,
y atardece desbordado,
yo descanso entre tus brazos,
tu recuperas el aliento.
Tantos sábados eclipsas,
tantas tardes intrascendentes,
las soledades desaparecen hoy,
y estamos tu y yo, entrelazados.
Ahora duermo sin ti, pero con tu aroma,
se apaciguan mis pasiones,
la ingravidez me tranquiliza,
vuelvo a anhelarte esta noche.
El sábado termina en tus caricias,
yo habito entre tus piernas abiertas,
descanso en tus rincones míos,
te quiero en tu respiración acelerada.
Kevin Leonardo.
http://www.flickr.com/photos/18329703@N00/