Hace muchos años. En una tierra no tan lejana del islote sagrado se encontraba un joven estudiando el tercer año de bachillerato. La revolución tecnologica se aproximaba y en las primeras filas iban las PCs o Computadoras que venían con configuraciones bien empoderadas y a costos al alcance de cualquier bolsillo. Los profesores de la prepa concientes de este cambio solicitaban a sus pupilos migraran a la nueva tecnología. Para ello las tareas ya no serían aceptadas hechas a mano o en máquina de escribir. Ahora se pedían impresas en matriz de puntos, para quienes no poseía los recursos para adquirir una impresora de inyección de tinta, se pedían las tareas en diskette y un par de años después ya se enviaban vía correo electrónico. Por estos motivos mis padres me compraron una computadora de escritorio de marca Acer, Windows 98, con la opción de escalabilidad (al año ya no habría esta opción en las computadoras de marca), monitor UVGA, 8 MB de RAM, 1 GB de disco duro tecnología IDE,Pentium 1 a menos de un Giga Hertz, teclado y mouse alámbricos, y una impresora EPSON de inyección de tinta con el programa Corel Draw 4. Al año llegó el internet vía módem y de proveedores varios (AoL, Terra, Infinitum) y cinco años después evolucionamos a una Dell con Pentium 4 y Windows XP Pro.