Esta Cinta es a todas luces el intento del estudio cinematográfico de sacar más jugo de un producto ya un poco gastado aunque lo reciclan con un rostro joven que está en aras de crecer histriónicamente y por consiguiente comercialmente. El resultado puede ser el esperado.

Al ser una precuela nos cuentan como Willy funda su famosa y excéntrica fábrica de chocolate. Cabe mencionar que al ser un musical y abundar en realismo mágico o fantasía existen gran cantidad de cosas, entre ellas el mismo chocolate, que resultarán ilógicas e imposibles. Timothée Chalamet se aleja del Willy de Jonhy Deep el cual era excéntrico y en un punto andrógino aunque toca un poco la esencia de Gene Wilder debido a esa loca ensoñación o fantasía con la cual se desenvuelve el personaje, y por tanto este nuevo Willy es fantasioso e inocente. La comedia es simplona y puede que a las nuevas generaciones no les resulte atractiva pues como no existe aún la fábrica las pocas escenografías pintorescas y estrambóticas son algún recuerdo de Willy en Oompalandía o al abrir la tienda y exhibir la magia o los gustos excéntricos de Willy.

En conclusión, Wonka es una cinta para niños que posiblemente guste y para adultos que tienen la esperanza de ver la misma narrativa y colores que vieron en la versión de Burton. La recomiendo para tener todo el abanico de colores y puedan al final elegir cuál es su Wonka favorito.