Está pregunta está dirigida a personas que posiblemente: a) tienen una relación personal con alguien del trabajo y b) eres el jefe y tienes una relación con algún empleado.

Distinguir entre lo personal y lo profesional es algo complicado pues el criterio se compromete cuando hacemos distinciones entre un ser cercano y un empleado o compañero. Por un lado la amistad te obliga a ser menos duro o menos exigente con la persona afin, por el otro el empleo te exige resultados.

Yo creo que lo mejor es separar las cosas. Mientras se encuentre uno en el empleo, el objetivo es el trabajo. Poco o nulo trato informal es mejor. Fuera del centro de trabajo todo está permitido. Cómo dirían por ahí; una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

¿Funciona? ¿Estadísticamente es posible? En la práctica es variable. No siempre es posible aplicarlo. Pues en ocasiones puedes tener toda la intención de realizar tu trabajo como es indicado, sin prestar atención a distractores pero la otra persona debe jugar el mismo juego. Si uno de los dos no se compromete a comportarse dentro de lo laboral la intención de ser profesional se pierde. Por tanto el balance es el promedio de esas veces que el criterio se vio afectado por cuestiones personales y las que obramos conforme a los lineamientos profesionales.