Pues sí: qué fácil sería si sólo hubiera una despedida.
Decir adiós una única vez tras un divorcio, una separación, un desenganche de personas con o sin acuerdo mutuo. Decir adiós, depositar tu corazón en la oficina de objetos perdidos y olvidarte. Pero no.
Una se despide tantísimas veces. Leer más...
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