Qué Malo es Follar Tan bien contigo. Quitarnos, sobrios, la ropa en el pasillo: no tenemos tiempo que perder, la habitación está tan lejos. A la mañana siguiente tú y yo desparramados en la cama. Tras el polvo, hechos polvo, tus brazos –como siempre– extendidos, buscándome. No te importa que me escabulla de tu abrazo […]
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