No sé. ¿fue la luna? ¿unas hormonas que me mandaron tomar? ¿Quizás la ausencia de las personas que más quiero en mi día a día? no sé.
pero me ha invadido una pequeña ansiedad que me ha paralizado de todo, incluso de escribir. Escribir al parecer no es suficiente para quitarme este nudo que se me hace en justo debajo de donde termina el esternón. Me imagino que es lo que deben sentir los gastos cuando tiene un bola de pelos. no te impide realmente hacer muchas cosas pero te las dificulta.
Hoy tratré de ir a hacer ejercicio que siempre me sienta bien, pero cómo amaría poder irme este fin de semana a la montaña y perderme un rato entre las rocas. Mierda ! cómo extraño Bogotá cuando estoy así, un poco perdida.
En esa ciudad me sentpi perdida muchas veces. estuve desolada y tristem llena de ansiedades y miedos pero jamás sentí que me hacia falta otro lugar. añoré ciertas cosas de Quito pero no creí que volver sería prudente. Ahora un año y 3 meses después sigo esperando abrir los ojos star en apto de Teusaquillo y que los mininos me arrunchen.