Quien me iba decir que yo sería algo así como una "nómada moderna", no sólo por el hecho de cambiarme de ciudad, es como si en un momento en la vida tuviera que removerlo todo y esperar si algo nuevo sale de ahí.

Cambiar de lugar nunca es sencillo. Mi trabajo me gusta, todo lo demás simplemente me hace falta.

Me hace falta todo, pero me emociona saber que está todo por ser construido.

Desde hace mucho tiempo digo lo que siento por otras personas o hacia otras personas, pero obvio compartir como me siento y la verdad he estado rodeada de gente que se comporta de maneras similares.

Con Chipiron me sentí que podía volver a sentir, con M. redescubrí (caí en cuenta) que no todo tiene respuesta y  desde entonces he tratado de estar lo más serena posible. Han habido momentos en que eso no ha sido posible, momentos de rabia, de indignación, de envidia, de incertidumbre y de tristeza pero hace muchos meses que no siento ninguno de los anteriores, siento que estoy donde quiero, pero que no soy capaz de abrir las puertas para que el aire entre.

Yo sigo en el mismo lugar, ese lugar en que no hay forma que me pueda comprometer a nada, a dejar entrar a nadie. ese lugar donde es más sencillo acostarse con alguien, que ser el alguien de alguien.

Este año estuve con alguien muchas veces, y algunas noches quise abrazarlo pero no lo hice, hubo días que quise saludarlo de beso pero no lo hice, quise que se despidiera de mí pero no lo hizo. Lo quiero (no tengo claros los limites de mi cariño) pero lo quiero. Quisiera que me prestará más atención, pero al mismo tiempo me preguntó ¿para qué? Si somo lo que somos y ya. Lo hubiera podido querer más, estoy segura, pero ya fue y no fue.

Entonces me mudo, emocionalmente también me mudo, cada vez que se requiere un dejar pasar o insinuarle al otro que pase: yo me mudo, me voy a otro lugar en la memoria y en corazón.

Soy nómada en todos los sentidos,


Ps. Tu me manques.