Así, la mañana del 14 de abril amaneció y yo tenia 38 años.  ¿a qué hora?

Así fue un día salí a caminar y cuando volví, ya tenía canas que adoro y solo tengo dos, bajé unas escaleras y me dolieron las rodillas, comí curry y me tocó dejar de comer curry. Un día amanecí y no sentía dolor de alma, no tenía afán.

Amaneció como otros días, un poco más temprano porque tenía tomar un avión y volver a mi nueva casa después de pasar un fin de semana en Btá.

Amaneció no supe que hace uno con 38 años: bailar, festejar, correr, gritar, besar, tirar... en estos años se ha hecho de todo, con y sin arrepentimiento, con o sin remordimiento. No me a faltado un buen vino o un gran amigo(a).

Anocheció y yo era ya 38 +1, nada diferente a los que ha pasado otros días, otros años.