La Clase Trabajadora, la asalariada, desde el mozo de almacén, el peón de la industria o el jornalero del campo, hasta el ejecutivo de mando intermedio, todos viven de un salario, y todos están en la cuerda de “mañana no hace falta que venga”. Son iguales ante la ley del poderoso, y de sus directivos subordinados y humillados, que hacen dinero para el rico, y que no son clase trabajadora. Esos, -los subordinados- son los auténticos “perros flautas” que, la derecha política, le atribuye al Presidente de Gobierno.

El conglomerado que mueve la economía de los países, va desde, los trabajadores, hasta la pequeña industria o comercio, esa es la única Realidad de la vida económica de la sociedad, pero esa mezcla de trabajo y comercio es conservadora, aunque constantemente pide el cambio. Por lo tanto, la realidad es lo que hay, aunque lo real es lo que se quiere, el cambio. El cambio de manera social, de entender la vida.

El Capitalismo, cuidado no confundirlo con el capital. Capital son los 20 €, que llevo en el bolsillo, capitalismo son los 5.000 millones que tiene en el banco un solo poderoso. Como estaba diciendo, el capitalismo hace creer, en especial, al obrero, que adquiriendo una pequeña vivienda, por cierto hipotecándose y poniendo, el que pueda sus ahorros, en cuatro acciones seguras, queda convertido en un pequeño capitalista, esa puede ser la realidad. Lo real es que, el único beneficiado es el capitalismo.

Cada mañana, cuando te levantas y pones los pies en el suelo, pisa fuerte, porque eso, es la realidad, y levantando la cabeza, da un paso cambiado, porque es lo real, cambiar el sistema de vida.