Nido destruido de inertes comensales
pensamientos que inoculan tus Promesas de amor,
rostros ocultos en la mirada del anciano,
miles de fuerzas bravías que levantan polvareda,
ceñida libertad que torturas de muescas mis heridas,
crótalos que vibran en mi sentido ser,
añorados capirotes que no cantan en el campo,
mundo muerto y flagelado
por la Inexistencia de amor.
Cantos antiguos deshojados en las conciencias
que son escuchados como falsas promesas.
Polémicas adversidades entre enamorados
que no sienten sin la razón
envidia que salta a la palestra
que a filo de espada te penetra
como cuchillo mellado
por el tropezón del resplandor,
pobres enamorados sin estallido, sin fuerza y sin pasión.
Estrella Diurna.
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