Aquí, a la sombra de los pinos viejos,
descanso al repechar de la vereda,
quiero, mientras murmura el agua leda,
meditar la razón de tus consejos.
.
Transida el Alma está de amargos dejos.
Sendero de dulzor o ruta aceda,
¿quién hay, humano que decirnos pueda
la dicha o el dolor que aguardan lejos?
.
De sol, silencio y soledad cercado,
huidera la pasión, la razón quieta,
lo más puro del alma se destila;
.
y el hombre, de sí mismo enajenado,
siente latir el ansia más secreta
y oye cantar el bronce de su esquila .
Enrique de Mesa