Esta mañana
el zumbido metálico de un ángel triste
ha roto la quietud
de este poema.
He tratado de volver atrás.
De nada ha servido.
Rafael Calero Palma
Veintiún nenúfares
ha descubierto el sol
esta mañana,
un domingo helado de febrero,
sin misa, sin latido, ni esperanza.
Veintiún silencios rasgados
y sin tumba
flotando en el agua,
con la sal en los bronquios
en medio de un mapa
como puntos minúsculos,
sin llanto ni coordenadas.
Veintiún poemas que buscaban vivir,
a cambio de la ausencia de sus nombres,
su voz, su recuerdo y su mirada;
sin rostro ni contrato, ni despedidas
en un Mediterráneo de expiraciones,
cual nenúfares,
veintiún tinieblas
veintiún todos nosotros,
veintiún nadie,
veintiún nada.
Rocío Biedma
(Derechos de Autor)