A dos días de que Alberto Núñez Feijóo, se presente a intentar ser investido Presidente del Gobierno de la nación española, el PP, llama a arrebato a intentar sacar votos de las filas socialistas. No unos votos cualquiera, sino del sufragio de papeletas de diputados.

La derecha anda desesperada, pienso que por camino equivocado. Como un estudiante que, no ha hecho los deberes y se presenta a examen e intenta en las últimas veinticuatro horas estudiar lo no estudiado para aprobar. Así se muestra el candidato Feijóo.

¡Tamayazo!, ¡Tamayazo!, ¡Tamayazo!, se pedía ayer en la concentración de Madrid, por quienes apoyan la corrupción política desde las filas de la derecha.

Hay dos cosas que me gustaría aclarar, una, es creer que si la coalición PSOE-SUMAR, hubieran llevado, en su programa electoral, la amnistía para el procés català, hubiera perjudicado el resultado a Sánchez en beneficio de Feijóo. ¿Están seguros quienes defienden esa idea de que, hubiera sido a sí? Opino que probablemente el resultado se diera a la inversa, al menos así me lo parece debido a la subida del PSC y la bajada de los partidos independentistas, en las elecciones.

Dos, el voto, no es correcto decir que se da al diputado, cuando la mayoría de los casos el candidato se presenta por un lugar que ni siquiera conoce, y lo hace por necesidad del partido al cual representa. Los votantes lo hacemos a una lista cerrada cuando votamos al Congreso. No así, cuando lo hacemos al Senado, ya que en la papeleta marcamos a quien le damos nuestro apoyo. Por lo tanto, considero que la votación al Senado, el voto es del diputado, pero al Congreso es del partido. Al menos es como lo entiendo.

Ahora bien, a nadie se le puede obligar a votar en contra de sus principios, en consecuencia, quien no quiera votar que abandone antes de iniciar la sesión, y su voto no cuente para ninguna de las partes. Y, si quiere cambiar de partido, debería primero dimitir del que milita, para poder tener el alta en otro.

Más ¡TAMAYAZO!, no.