Hiroshima, ha Sido la cita de la cumbre de los países más industrializados del planeta, el G-7. En cuanto a los más democráticos, mejor lo dejamos para otro día.

Nada más llegar, los líderes de los países pertenecientes al grupo, depositaron sendas corona de flores ante el Memorial de la Paz, en recuerdo de las victimas.

Muertos y vivos, los damnificados pienso que, hubieran preferido que los hechos, por los cuales se ofrecen esas coronas, no se hubieran producido. Que no vengan ahora ha decir que fue un acto a favor de la democracia, porque la historia explica la verdad de lo que fue, o sea, lo mismo que están haciendo ahora.

La humanidad a pesar de los miles de años, cual sabemos que existimos, todavía no hemos cambiado de proceder. Seguimos matándonos los unos a los otros, siendo de la misma especie. Lo que no hacen los animales de otras especies, al menos hasta donde abarca mis conocimientos. Aunque sean escasos.

Los que pensábamos que la reunión -G-7-, podía servir para abrir unidad en la gestión de buscar la paz, nos hemos equivocado. No ha habido ningún ápice -según los medios informativos- que nos lleve a pensar que la paz, ha sido el tema principal a debatir, por no decir único.

El acicate ha sido la Guerra. Enviar los aviones F-16, a Ucrania, para que puedan ganar la guerra.

Eso de ganar, es lo que yo querría, que ellos, -los G-7- opinaran. Pero no es así.

La verdad es muy otra, no creo equivocarme si digo, lo que se busca es el crecimiento de la industria bélica, o mejor dicho, la escalada de una guerra, la cual está dando pingues beneficios en referencia a la plusvalía del capital.

En la parte económica, las guerras suelen tener Mucho riesgo, ya que se consume mucho, y mucho también se suele quedar sin cobrar.

Europa, pagara religiosamente, el gasto bélico, por la sencilla razón que, los que provocan la compra de armamento bélico son los mismos que los venden, las administraciones públicas de las naciones europeas.

Por eso pienso que el fin de las guerras, no es otro que, el cambiar de bolsillo el dinero.

Produzco armas y para venderlas, invento la guerra, estoy en el poder, controlo la administración pública, instalo impuestos, paga la ciudadanía y quien produce las armas cobra. El ciudadano se queda sin dinero y con los damnificados, como mucho reciben la condecoración por heroés y los inversores se llevan pingües beneficios.

Se puede explicar mejor, pero la verdad seguirá siendo la misma. La guerra no se para porque no interesa. Es inaudito que en la reunión del G-7, lo principal no sea como parar la guerra.