Santa Elena raíz de mis memorias, tierra donde nací y aprendí a caminar, la que siempre recordaré, la que de niño trabajé.

Tierra de encinas, alcornoques y como no, de olivos.

Santa Elena minera, campesina y ganadera.

¿Santa Elena, qué te hicieron que dañaron que dañaron a tus gentes y abandonaron sus tierras?

Aún recuerdo la floresta, las aves llenas de alegría en un aire limpio, las aguas corrían frescas, los jilgueros cantando, los tordos en bandas de fiesta y la oropéndola en el castaño de la huerta, las tórtolas arrullando en los días de siesta y esas golondrinas alegrándote las mañanas.

Fueron cayendo los días crudos, tiempo de emigración forzosa,

¿Porque quién quiere dejar su casa, su hacienda?

Hasta las aves van perdiendo fuerza, por una tierra seca, abandonada, y le cambian la floresta donde no pueden ganarse la vida en la sierra.

Santa Elena, nunca viste tanto incendio hasta que llegó la forestación, por otro bosque que no es de la tierra, te invadió.

Santa Elena, tierra de mis antecesores, tierra de mi niñez, tierra de tantos sueños.

Tierra de antiguas civilizaciones , de historia, tierra imperecedera.

Santa Elena joven, donde comienza Andalucía, Despeñaperros, sierra morena.

Autor : Manuel Orellana

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