En el oído abierto de quien quiera escucharme,
llevo conmigo las flores del frío, horas de hielo
y versos de poeta al fondo del camino.
No seré frágil, ni tendré cansancio
hasta descubrir tu rostro, tu pobre vanidad
y falsa moneda… Quedarás solo, con sudor frío,
como esperma seco en vientre pasajero.
Conozco los ojos del torpe deseo y
“hoguera de vanidades” doran tu cuerpo
y las siluetas sin voz que te acompañan
son títeres sin apostada verdad, ni fieles abrazos.
Son encuentros que tienen falsedad y van desnudos,
aplazan la cita, la verdad… sin mayor escrúpulo
porque su miedo está poblado de vértigo,
tal vez se oculten en hogueras
con deseos ciertos de no mirar de una vez
afrontando el peligro…
¡Ya no voy a ocultarme entre las alas!
Alguna vez las abracé, no por miedo…
sí, por soledad
perturbada por todo, por todos…
¡Qué universo! ¿Dónde los valores?
Son movedizos, de dudosa andadura…
palabras.
Convivir se ha hecho duro…amaestré mi voz
arrastrada como buey…en este caos creado
donde los misiles son palabras y el enemigo…
se multiplica a tu lado.
Autora: Carmen Sánchez-Cintas
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