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Hoy sentada en el umbral de la memoria
con el deseo y el frenesí de la puericia
quiero ser niña.
Ahora que el cansancio me deshace
y en vejecieronn mis huesos con el gemir de cada día
quiero ser niña.
Quiero ser incansable como antes
tener muchos instantes diferentes
en esos días eternos de colores
densa palpitación de los sentidos.
El azul sideral el rojo altivo
detenido en el sol latiendo en gajos entre giros
en un mundo encendido ofreciendo su abma
con pétalos de rayos infinitos.
Añoro esa alegría con ojos del recuerdo
devorando los límites del alma.
Cuando yo en esa tímida estrellade la infancia
de cantos infantiles, de ilusiones y sueños
vibrando en el sonido de los días.
En una playa azul con caracolas de nácar refulgente
izaba mi cometa al viento suspendida en el aire
con las manos en alto bien juntitas
como si fuera ella “La Diosa de mi vida”
Elvira Gil
(derechos de autor)