Terminé el año con un poco de catarro, un poco de ciática, y algún dolor más que me coge de sorpresa, porque los que ya conozco y me acompañan todo el año siguen siendo soportables. Afortunadamente, no faltaron exquisiteces en la mesa y un buen caldito para "sentar las madres".Respetando a los que mezclan la política con las creencias religiosas o con las tradiciones, yo mantengo la ilusión en el día de los Reyes Magos, y mi hija, a sus treintaytantos, sigue el mismo camino. Aunque sé que en definitiva es un intercambio de regalos, me encanta ir a la Cabalgata la noche anterior(este año con la pena de que mis sobrinietos, los más pequeños de la familia, estaban malitos y no nos pudieron acompañar), levantarnos temprano ese día con la incertidumbre de saber si los paquetes llevarán adosados el acierto, hacer la "gira" de todos los años a casa de mis hermanos y cómo no, disfrutar con la "garbanzada" que hacemos en la mía, ya como tradición y costumbre.De propósitos no vamos a hablar, seguir caminando como decía en la entrada anterior, pero acabo de leer que la frase que define el 2015 para las personas que hemos nacido en el mes de mayo, es ésta: "Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad". Y me ha gustado...