"... Permanecí ahí, Bajo la luz del fuego, abrasado por el calor. La mancha de sangre en mi pecho era como el mapa de un continente nuevo y violento. Me sentí purificado. Sentí como este tenebroso planeta giraba bajo mis pies, y supe cuál es ese secreto, que sólo los gatos conocen, ese que los hace gritar como bebés en la noche. Miré al cielo, a través del intenso humo lleno de grasa humana, y