Hoy, 23 de abril, día de Sant Jordi, ha amanecido en L'Hospitalet de Llobregat fresco pero radiante. Y como cada año por estas fechas, a parte de celebrar que, después de meses de oscuridad, por fin me entra el sol directo en mi cocina, también celebramos la imponente gesta de que un muchachete osado y enamorado, se cargara un malvado dragón de un certero lanzazo (fíjate, para uno que quedaba...)