Ignaz Semmelweis (1863) El espíritu de contradicción es una de aquellas cosas que el ser humano lleva a rajatabla. Basta que esperes en un semáforo para cruzar la calle que verás cómo siempre hay alguien que se lo pasa en rojo tomatero, aun a riesgo de ser convertido en mascarón de proa del primer camión que pase. Esta “afición” a pasarse por el arco del triunfo todas las reglas y