Sabiendo del pie que calzo, más de uno pensará que con lo de "decepción" me referiré a la decepción que me produce la Justicia de este país por el caso de la Sentencia del Procès, pero la verdad es que, en todo este embrollo, el que menos me ha decepcionado es el Estado Español. No porque considere justo o ético su sentencia sino que, acostumbrado como estoy a rebuscar en el desván de la