Tía.
Es el WorldPride.
Madrid se va a llenar de chulanganerío extranjero.
No te vas a comer un colín, como todos los años, pero al menos...
¡SÁCATE UNAS PERRILLAS!
Ay, no me estoy refiriendo a que te prostituyas (para eso ya están la mitad de los perfiles del Scruff en el centro de Madrid), sino a que... ¿aprovechamos esa habitación en la que tienes muerta de risa la bicicleta elíptica, la tabla de la plancha y la colección de Tricotosas del Mundo que hiciste por fascículos?
¿Eins?
Mmmm... no me aclaro, veo.
Veamos, las mariforáneas están DESESPERADAS porque los precios del alojamiento en Madrid están PORLASNUBESPUNTOCOM. Los hoteles, imposibles. El airbnb un timo, aparte del riesgo que supone, que yo ya he sufrido una cancelación un par de días antes de una reserva, y eso pone de los nervios. Las autonómicas ya se han encargado de pedirle a sus amigas capitalinas un camastro, sofá o colchoneta de abdominales con derecho a saco de dormir. Todo, todo Madrid está petado.
¿Te acuerdas de aquel guiri buenorro que nos encontramos en un local infame de Maspalomas y con el cual intercambiamos redes sociales con la absoluta convicción de que jamás volveríamos a interaccionar? ¡Pues hasta se ha puesto en contacto con nosotros para ver si podíamos darle alojamiento durante el orgullo! ¡Y eso que vivimos en un polígono en el culolmundo!
O sea, querida amiga Sagitario, ¡haz tu agosto en junio!
Anuncia tu cuartejo de la ropa sucia como "Cozy Studio well located" en MrBandB, manda a tu compañero de piso unos días a recolectar melocotones con su familia a Cieza o apáñatelas con tu mejor amiga y vete a su casa mientras alquilas la tuya. ¡Es tu oportunidad!
Y, si no te roban, lo mismo hasta puedes aprovecharte carnalmente de algún incauto extranjero con síntomas de intoxicación polialcohopsicotoxicológica.
¡QUE NOS CONOCEMOS!
