Un dia alguien, quien no nombrare, me dijo algo muy cierto. Cuando queremos a alguien, hay que quererlo como se quiere a un ser humano, lleno de defectos. Simplemente hay que quererlo.

Muchas veces, sin querer montamos a las personas en un altar y cuando se comete un error o te desepcionas de esa persona, se cae del altar, y no nos queda sino recogerlo y empatar los pedazos regados por todo el suelo. Pero una vez pegados los pedazos jamas vuelve a ser el mismo. Queda entonces aquel santo remendado, un matacho y uno jamas vuelve a mirarlo con los mismos ojos. El altar es para los santos solamente, y estan muertos.

Tambien es cierto que en los momentos mas dificiles de tu vida, es cuando conoces a tus verdaderos amigos, a las personas que realmente te quieren y que siempre han estado contigo.

Hay personas que no conocen el verdadero sentido de lo que es una amistad. Pero vuelvo a enfatizar, ellos no son santos, asi que no los pongas en un altar. Amalos, quierelos, aceptalos y sobretodo "TOLERALOS" y si lo ultimo es imposible, entonces "IGNORALOS".