En mi casa, plante una Planta que aquí la conozco como "paleta de pintor" con unas hojas anchas, verdes muy bonitas...

Es una planta de sombra, que germino de una maceta que me regalo mi suegra hace algunos años. La transplanté con mucho cariño a una maceta afuera, donde no le diera el sol y la regué mas o menos con frecuencia...

La planta creció y se volvió un hermoso arbusto. Pero llego el invierno y esas plantas no sobreviven en la intemperie...

Cuando paso el invierno, nada mas quedaban las hojas secas alrededor de la planta. Al empezar este marzo, lo único que había ahí eran unas raíces secas y unos brotes de tréboles, eso si, muy bonitos...

Aun con todo, yo decidí no darme por vencido. Seguí regando la maceta con regularidad, aunque lo único que prosperaba era el trébol.

El sábado me di por vencido y me acerque a quitar el trébol, para sembrar otra planta. Cual es mi sorpresa que de en medio de las raíces, viene un brote verde de la paleta de pintor, batallando por surgir.



Creo que es una muy buena analogía. Los tiempos malos casi terminan con la vida de la planta... pero si tienen una buena raíz, lo único que necesitamos hacer es regarla con paciencia continuamente. Al final del día, el brote sale por si solo...

Mas de una vez escuche: "para que riegas una maceta vacia?, ya deberias quitarla y plantar alguna flor mas bonita...". Ironicamente, jamas perdi la fe.

Se puede aplicar la analogía a tantas cosas... 

Buen martes!!!