Ese sábado fue un día excepcional. Mi Horario de trabajo es diurno. Como decimos en el restaurante, “turno a.m.”. Mi compañera de trabajo me pidió de favor que cambiásemos el horario de turno para ese sábado. Quería asistir a una fiesta. Está bien. No podía negárselo. Posteriormente necesitare que ella me haga ese tipo de favores, solamente que yo lo ocuparía para fines más provechosos. Ese