Mientras un millón cien mil Personas seguían desde sus casas el fracaso del esperpéntico Chikilicuatre de reggaetón descafeinado y referencias facilonas, 20 personas -camarero incluído- desconectábamos de la histeria eurovisiva en el Buho Real con las canciones de Álex Ferreira, quién no pudo evitar la referencia al ver el cuasi vacío bar: "Siempre me dan estás fechas, si no es Eurovisión, es el Madrid-Barça".
Y no es que la música madrileño de Santo Domingo sea precisamente minoritaria, es un cantautor pop con temas desenfadados y pegajosos, que podrían sonar en cualquier estación de radio pero que -tal vez afortunadamente- la maquinaria industrial no ha detectado.
Lo de afortunadamente va desde mi más profundo egoísmo, porque prefiero los bares de escenarios enanos a los estados con rampas y pantallas gigantes, y que es un lujo que uno de los artistas con mayor rotación en mi playlist toque en un garito que está a unos pasos de mi casa.
Así que dejo mi egoísmo al lado, dejo el enlace para que se bajen Un Domingo Cualquiera, y sólo espero que cuando Álex Ferreira llene auditorios regrese de vez en cuando a tocar al Buho, preferentemente en noche de Madrid-Barça o casi mejor, de Eurovisión.
Y no es que la música madrileño de Santo Domingo sea precisamente minoritaria, es un cantautor pop con temas desenfadados y pegajosos, que podrían sonar en cualquier estación de radio pero que -tal vez afortunadamente- la maquinaria industrial no ha detectado.
Lo de afortunadamente va desde mi más profundo egoísmo, porque prefiero los bares de escenarios enanos a los estados con rampas y pantallas gigantes, y que es un lujo que uno de los artistas con mayor rotación en mi playlist toque en un garito que está a unos pasos de mi casa.
Así que dejo mi egoísmo al lado, dejo el enlace para que se bajen Un Domingo Cualquiera, y sólo espero que cuando Álex Ferreira llene auditorios regrese de vez en cuando a tocar al Buho, preferentemente en noche de Madrid-Barça o casi mejor, de Eurovisión.