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Invierno...

"Qué tal usted? ", me preguntó mi amigo. Venía de preguntarle cómo estaba él y me hizo una breve lista, 3 sustantivos apenas, de la persona con quien estaba y los sitios en donde se había movido el día de ayer. Siguiendo su respuesta le contesté "Bueno... 180 litros de agua del sótano, nieve derretida, más lluvia y 3 grados Promedio." Y me dijo a continuación "la noto un poco triste..." y le dije "sí, bueno, esa también, como ayer, ando un poco depre y ansiosa. No duermo bien..."

Claro, como me lo imaginaba, me salió con una de las de él "está jodida Laura". Y le pregunté "por qué? por lo depre? eso se me va a quitar pronto, ya lo va a ver..." y me dice "no, porque deprimida en invierno, con 3 grados y lluvia, ESTA jodida"... no me quedó sino reirme a carcajada limpia. Amo esas ocurrencias de él que son un reflejo de su complicada manera de ver descomplicadamente al mundo... un desfachatado muy lógico y cariñoso.

Y es verdad, está jodido enfrentarse a una depre con tintes de ansiedad en un invierno. Casi nadie capta la dimensión total de lo que es el invierno nórdico cuando ha vivido toda la vida en la moderada calidez del trópico. Hoy, me ha dado por describírselos...

Un día promedio puede ser el de ayer o anteayer u hoy. Si el sol sale, como hoy, no calienta nada. Se ve la luz del sol pero no calienta. Es curioso porque dicen que la energía luminosa del sol se transforma en energía térmica y cálórica... siguiendo aquel enunciado celebrísimo de que la energía no se crea ni se destruye, sino que simplemente se transforma. Bueno, en este caso parece calentar si te quedas en casa y pegado a la ventana. Por eso, quizás, lo he llamada "clima de ventana".

De resto, puede ser como ayer: el cielo cerrado en nubes entre gris y blanco, sin sol por ninguna parte, sin luz alguna sino un "reflejo blanco" que entre nubes se ve y hace decir "es de día". Ah! porque esa es otra... la luz sale a las 8 y media de la mañana, casi 9 am... y se desaparece a las 4 y media de la tarde, o antes. Sí, no hablé de que "el sol sale" sino que "la luz sale", fue a propósito. No hay sol, se acuerdan?

Con esos horarios "lumínicos" salgo de la casa sin que el día claree y llego a casa con la noche bien entrada. Es decir, vivo casi en una noche perpetua. Por las ventanas del salón veo si hay día afuera o no... pero en realidad, salgo de y llego a casa en la más negra de las noches.

Luego tenemos lo de pasarse un día con una temperatura promedio que oscila entre los 2 y los 4 grados... la nevera promedio de una casa cualquiera está a 7 grados centígrados. Lo sabían? Invito al que quiera comprobar cómo se la pasa por acá en este "friíto rico", como me dijo otro amigo en estos días que debe ser esto por acá, a que se meta con un buen suéter o dos, un par de guantes, una bufanda en la nariz y boca (y un gorro para los más friolentos) en la nevera y se ponga los tomates en una perola encima de las rodillas y las zanahorias las haga a un lado. Sí, se pueden quedar allí lo que deseen, pero si toman en cuenta que tengo que esperar el autobús por más de quince minutos en condiciones de mayor humedad y menor temperatura que las de la nevera promedio y un viento al que le ha dado por volar vallas y demás... bueno, ya, lo entendieron. Como diría mi hermana, se me congelan hasta los pensamientos. El otro día, mi amiga S, peruana criada entre Lima y Arequipa, lo definió muy bien: "duele al respirar".

Claro, en casa tengo calefacción. En el piso de abajo hay 2 estufas que funcionan a gas. Se está caliente en la sala y la cocina. El baño, que está al fondo de la casa, no tiene acceso a ninguna calefacción y sólo está resguardado de la intemperie por una pared de adobe tan húmeda que se le cae la pintura. El aro de la poceta es indescriptiblemente frío... La ducha está antes que el baño, pero allí tampoco hay calefación. He de estar loca para seguir con mi costumbre de tomar una ducha cada día a pesar de la temperatura.

Arriba, en los cuartos, no hay calefación. Lo que hay es un radiador de aceite con rueditas. Pesa más que un matrimonio a juro con muchachos incluidos y se desplaza sobre rueditas que hacen que el peso parezca menor. Si lo pongo en el cuarto de la pc, el dormitorio se queda frío. Si lo conecto en el dormitorio, me congelo en la pc. Puedo escoger en qué parte de la casa me congelaré a satisfacción. Democrático, pues, y todo, el asunto de la distribución del calor en la casa.

Eso de andar en la casa con suéter es, pues, obligatorio. Además de medias de lana y zapatillitas que me separen los pies del piso frío.. .con suela de caucho y relleno de goma espuma, lógico. Me gusta sentir el calorcito de la calefacción, pero cuando se me empieza a desajustar el termostato y me parece que está fría la cosa, salgo al pasillo, fuera del cuarto, a coger frío un rato. Al volver a entrar, me parece un pequeño paraiso cálido que me mantiene a salvo.

Soy friolenta por naturaleza. Las manos y los pies fríos son normales en mí desde siempre, desde que recuerde, a pesar de mi benigno clima venezolano. Acá son el par de panelas de hielo excepto en contadas ocasiones... se me cuartean por el frío a pesar de las cremas y no puedo negar que la piel que recubre mis manos ha cambiado hasta volverse una adelgazadísima tirita apergaminada que se arruga y se cuartea con facilidad.

Y si a eso el sumamos una depre de larga data, ya reincidente, con tintes de ansiedad... creo que mi amigo sí tiene razón.

Aunque, como la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma, esa ansiedad la estoy transformando en esperanza, la depresión en anhelo y pronto, me parece, acabaré con todo esto. A pesar de que siga el invierno...



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