Hoy, 10 de noviembre, se celebra en nuestro país, el Día de la Tradición en la República Argentina. Esa fecha es la del nacimiento de don José Hernández, (1834-1886) quien escribiera el Poema Nacional titulado Martín Fierro la vida de un gaucho y su segunda parte titulado: La Vuelta de Martín Fierro, donde su personaje el viejo Vizcacha, representa la moral cínica, a contrapelo del idealismo del padre Fierro que da consejos a sus hijos.
En 1949, el presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, dictó el Decreto 3371/1949 de Protección de la Música Nacional, disponiendo que las confiterías y lugares públicos debían ejecutar un 50% al menos de música nativa, norma consolidada en 1953 con la Ley N.º 14.226, más conocida como Ley del Número Vivo, que ordenaba incluir artistas en vivo en las funciones cinematográficas. Las medidas promovieron una explosión de artistas y grupos folklóricos.
Esta introducción es para referirme a nuestra querida y siempre bien recordada señora María de los Ángeles Piorno de Martín. Amante del Folklore Nacional y Regional Pampeano, autodidacta, estudiosa de instrumentos musicales y de las danzas criollas.
Después creó una escuela a la que bautizó "La Siete de Abril" en la que enseñó instrumentos musicales, baile y canciones folklóricas. Estaba vinculada con la profesora de danzas Margarita Rodríguez de General Pico, quien dirigía la Escuela que había bautizado con el nombre de Juan de los Santos Amores, con quien había aprendido. Nuestra hija Jimena, fue una de sus alumnas, junto a sus nietas y nietos que hoy son continuadores de su legado.
Durante toda su vida compró revistas relacionadas con el folklore, luego discos, después cuando la tecnología fue avanzando, cassettes y posteriormente los discos compactos. En la sala de su casa tenía, además de su guitarra y bombo, un piano. A mediados de la década de 1970 se le ocurrió que su hijo Daniel y quien esto escribe debíamos hacer el esfuerzo de aprender a tocar guitarra, aprovechando el profesor que viajaba desde Santa Rosa a Victorica.
No está haciendo la pose para la foto. Ella aprendió a tocar la guitarra por los métodos que solían publicar las revistas y además tomó clases por correo, más las enseñanzas que recibía de "Choly" Suarez.
Su amor por el folklore, la llevaron permanentemente a munirse de todos los medios tecnológicos que le pudiesen permitir escuchar la música folklórica. Primero los discos de pasta y la vitrola, después la radio, en la década de 1950 cuando se instalaron en Victorica, el cine, luego en la década de 1970 la televisión.
Algunos deben recordar que el año 1973 se dio el gusto de bailar una zamba con uno de los hermanos Ábalos en el salón del Club Cochicó, en ocasión de la noche del folklore en la Fiesta de la Ganadería.
El ex integrante del conjunto folklórico de General Pico, Francisco Tello ha recordado que gracias a ella, con la que una de esas noches de serenata en Victorica, lo escuchó cantar y se le acercó para decirle que tenía buena voz. Después de ensayar varias semanas y aprendiendo de las indicaciones de ella se fue de su pueblo natal con esos conocimientos musicales. Allí ingresó al conjunto folklórico de más larga trayectoria que ha tenido esa ciudad y que se denominó "Los Labradores Pampeanos", convirtiéndose en la primera voz y ejecutando la armónica y el bombo.
!Que el Señor guarde su alma en paz, a esta enamorada de nuestras raíces folklóricas, porque su espíritu inquieto siempre andará danzando entre nosotros!