Sou um amigo que volta feliz Pra teus braços abertos, Bahía!
Sou poeta e não quero ficar Assim longe da tua magia!
Deixa ver, teus sobrados, igrejas
Teus santos, ladeiras
E montes tal qual um postal
Dá licença de rezar pro Senhor do Bonfim
Salve! A Santa Bahía
imortal, Bahía dos sonhos mil!
Eu fico contente da vida
Em saber que Bahía é Brasil!
Salve! A Santa Bahía imortal, Bahía dos sonhos mil!
Bahia con H de Caetano Veloso y Gilberto Gil
Era domingo y decidimos visitar la Iglesia de Nuestro Señor de Bonfim, la mas popular, aquella donde el sincretismo religioso se muestra en su máxima expresión. Donde las cintintas ( filhas) de todos los colores flamean en sus rejas cubriéndola completamente. Allí arriba de un morro este lugar es un imperdible de Salvador. Esa mañana mientras desayunábamos le pregunté a Juli que horarios eran las misas los domingos ya que tal vez nuestra visita coincidiría con una misa. Fue un comentario al pasar basado en que con Wally muchísimas veces en nuestros viajes sin saberlo hemos llegado a las iglesias mas emblemáticas en el horario de la misa desde el Duomo de Milán, la parisina Notre Dame hasta la bella iglesia del pueblo donde nació su abuela en Gallarate, solo por decir algunas. Y es un plus vivir esas ceremonias religiosas porque permiten percibir mas profundamente la esencia de un lugar.
Nuestro Señor de Bonfim es un santo portugues que la población bahiana asoció a su orixa mas importante o padre de los orixas ; Oxalá. Por ello es esta es una iglesia muy especial. Llegamos y antes de entrar se nos acercaron todo tipo de personajes muy pintorescos que vendían cintas o que te apantallaban con unas ramas verdes y te ofrecian sanación y oraciones. Logramos mediante un esfuerzo entrar a la iglesia que estaba repleta de personas asistiendo a la misa. No se muy bien en que parte llegamos pero había una cola para sacarse fotos delante del altar y a la derecha del mismo un grupo de músicos con teclado en vivo tocando. En un momento entre hacia un lateral y vía una fila de gente a la cual le pregunté para que era, me respondieron que esta el sacerdote y cada uno se acercaba y podía conversar unas palabras con él, contarle algo o pedirle una bendición. Busque a Julian y a María del Carmen para contarles y ellos se fueron gustosos a la fila. Cuando los encontré estaban en el otro lateral en una sala algo extraña, en las paredes estaban fotos y cuadros de agradecimientos por milagros o respuestas a los pedidos y del techo colgaban partes del cuerpo humano de plástico o de otro material que daban un poco de impresión. Presumimos que tenían que ver con una forma de agradecimiento.
Walter allí encendió una vela de esas que se prenden con una moneda para la salud de todos los seres que amamos. Es habitual que lo hagamos en la mayoría de las iglesias que visitamos sobre todo en la que nos impactan mas. Mucho no nos gusta cuando no es una vela de verdad pero lo hacemos igual . Mientras caminábamos por allí yo miraba asombrada la cantidad de gente pero sobre todo el espíritu de alegría que podía trascenderlo todo. Incluso , las personas iban de un lado a otro y no había la menor señal de formalidad ni mucho menos de guardar algún ceremonial.
Esa noche teníamos acumulación de emoción y amor por la gente de esta ciudad y por la belleza del Pelourinho al que decidimos regresar a la noche para cenar y escuchar música en vivo y vivir su movida nocturna. Previo paso por el hotel a cambiarnos subimos con el auto y lo estacionamos frente a la mismísima Iglesia de San Francisco al cuidado de unos muchachos que nos recomendaron lugares para cenar.
Y por supuesto volvimos al mayorista de bebidas en el barrio de los miles de cables en el cielo y un aire, por lo menos, inquietante. Pero esta vez me animé tímidamente y le dije a Juli que estuviera atento que iba a bajar un minuto. Empecé a trasmitir en vivo por Facebook con el Iphone en mano, caminé hacia la calle de la esquina frente a donde Wally y Mari estaban comprando cervezas. Mientras filmaba comencé a notar que un muchacho alto me miraba mal e incluso hacía señas a alguien de arriba de una casa con su celular. Inmediatamente volví al auto y le comenté a Juli que me dijo que no me preocupara que tenía la remera con el logo del lugar donde compraban la cerveza pero seguía mirándome mal. Juli empezó a dudar y yo me subí al auto empecé a sugerirle que volviera a girar el auto para salir a la avenida como el dia anterior cuando ambos nos dimos cuenta que este hombre me estaba diciendo que ahí no podía filmar....Ahhhh.....con el pulgar hacia arriba le insistí en que ya no filmaría y corte abruptamente la filmación y subí la ventanilla. A los pocos minutos lo veo al lado de mi ventana tratando de ver si seguía filmando desde adentro. Y entonces baje la ventanilla y con una sonrisa le mostré las dos manos. Siempre tenía cara de asesino de película yanki. Unos minutos después llegaron Wally y Mari que no tomaron muy en cuenta nuestra anécdota y se pusieron a llenar la heladerita con la misma parsimonia del día anterior mientras el grandote seguía mirándome fijo. Al fin unos minutos después salimos hacia la playa que estaba a pocas cuadras.
Unos segundos después vemos venir a Mari llorando y diciendo " ahora si que esta ciudad me conquistó, ahora quiero volver" y Walter nos cuenta que Nancy le regaló un hermoso fanal con caracolas que tenía de adorno en su coqueto baño. Y que además Mari la abrazo y le dió un beso. Las lagrimas de Mari fueron la muestra mas cabal de lo que puede el corazón generoso y alegre de un bahiano. Vivimos in crescendo cada día y cuando amábamos ese lugar como a una primera novia llegó el momento de volver. Yo supe en ese mismo instante mientras rodaban las lágrimas en mis mejillas que volvería a Bahía porque era muy larga la lista de cosas pendientes. En un mes, en un año en diez una tarde soleada volvería ver caer el sol sobre el mar de la Bahía de Todos los Santos escuchando la voz de Caetano desde "la vitrola", brindando con Caipirinha preparada por Savonech.
Un día , vaya a saber cuando, Solange volverá a mi encuentro, Nancy le regalará caracoles a Mari, Pedro perseguirá a Wally y nuestra Paquita portuguesa le dirá en tono imperativo a Juli " en cien metros gira a la izquierda en Sete de Setembre mientras que la hermosa y nivea sonrisa de la bahiana Victoria lo esperará en el Pelourinho.
Una vez mas un lugar de este mundo nos volvió mas humanos e iguales, de eso se trata viajar con el corazón abierto. Nos fuimos a mirar las luces de la Bahía desde Montserrat y en el Ponte de Humaitá para ponerle el broche de oro a esa jornada.
Gracias a todos los bahianos que en este viaje nos ofrecieron su corazón y su alegría.
Hasta siempre Salvador de Bahía.....volveremos a amanecer en tus brazos!