La Noche Del Cazador
The Night Of The Hunter (1955)
Director: Charles Laughton
Interpretes: Robert Mitchum, Shelley Winters, Lilliam Gish, Billy Chapin, Peter Graves
La Noche del cazador es una de las películas mas inquietantes de la historia del cine, una de las mas terroríficas, el bien y el mal aparecen como las dos caras de la misma moneda, como las dos manos del predicador, con las palabras “amor” y “odio” escritas sobre ellas.
Ben Harper (Peter Graves) vuelve a su casa ensangrentado, tras haber asesinado a una mujer y robado diez mil dólares, acosado por la policía entrega el botín a su hijo, haciéndole prometer que usara el dinero para cuidar a su hermana y que nunca dirá a nadie donde se encuentra el botín
Harper es condenado a muerte, pero antes de su ejecución, en la cárcel, conoce al predicador Harry Powell (Robert Mitchum), una mente enferma que se debate entre su ideal de Dios y sus mas terribles pecados: la codicia y la lascivia.
Espoleado por la existencia del botín que Harper entregó a sus hijos, el predicador iniciará una implacable cacería.
Harry Powell es la encarnación del mal, el mal que contiene el bien, el bien que contiene el mal, no se dibuja bien la frontera entre ambas cosas y eso quizás es lo que resulta mas inquietante, porque ningún personaje aparece claramente definido en ninguno de los lados, y esto hace su comportamiento totalmente imprevisible.
En su huida, los pequeños John y Perl, tendrán siempre detrás la sombra de su perseguidor, implacable e incansable, “¿es que nunca duerme?” se pregunta John.
La noche del cazador fue la única película que dirigió Charles Laughton, y ha pasado a la historia como un vibrante ejemplo de cine con mayúsculas, la ambientación es magnifica, el juego entre luces y sombras, los originalisimos e impactantes planos crean una atmósfera terrorífica.
Los actores realizan un trabajo soberbio, Robert Mitchum firma una de sus mejores interpretaciones, encarnando un personaje difícil como pocos.
Esta película se ha rodeado durante muchos años de un áurea de malditismo, de secretismo, haciendo aun mas interesante el legado de esta autentica obra maestra.
