-          ¿Cómo les fue en el viaje?

-          Respuesta 1: Muy bien, pero caro, fueron 2.500 dólares en pasajes aéreos más 400 por cada uno por el trayecto en autobús desde la capital hasta donde nos quedamos.

-       Respuesta 2: muy bien, el avión chévere, el aeropuerto es impresionante, gigantesco. Allí comimos bien sabroso unos platos típicos. La gente chévere pero como reservada. Hacía frío.

-          ¿Y conocieron las ruinas esas famosas?

-         Respuesta 1: si, pero el pasaje en tren nos salió en 800 dólares por el grupo, más lo que pagamos por la guía turística y la noche en el hotel. Fueron como 1.500 dólares, sin contar la comida.

-         Respuesta 2: si, preciosas, más pequeño de lo que esperaba, pero se respira una energía impresionante, una paz como rara. Sientes que puedes tocar las nubes y te pones a imaginar la gente que vivió allí en la antigüedad. Habían unos barrancos grandísimos a cada lado, te sientes minúsculo al lado de esas montañas y viendo esas construcciones.

-          ¿Y qué tal la comida?

-          Respuesta 1: cara. Sobre todo las cenas. En los desayunos gastábamos poco y a la hora del almuerzo siempre andábamos caminando y picábamos cualquier cosa, pero en la cena nos gastábamos entre 200 y 300 dólares cada sentada.

-       Respuesta 2: deliciosa. El pescado inigualable, con una sazón bien particular. Comimos también carne en un sitio precioso desde donde se veía la ciudad y nos hicieron un show de música típica súper colorido. Muy atentos en los restaurantes aunque también son como muy lentos, no apurados como somos nosotros, pero muy serviciales. En la capital me comí una sopa, como una crema de aguacate con maíz que sabía a gloria.

-          ¿Y fueron a museos y parques?

-   Respuesta 1: fuimos a algunos, pero cada entrada eran 15 dólares y, cómo comprenderás, tratamos de ahorrar donde pudimos. Los parques y museos con entrada gratuita si caminamos como dos o tres. No me acuerdo de sus nombres.

-         Respuesta 2: si, a algunos, fuimos al Museo del Oro y es espectacular, también habían unas esculturas gigantescas a la entrada que parecían hechas en jade. ¡Asombrosas!. En uno de los parques había un río que cruzaba desde una puerta hasta la otra como 10 cuadras de distancia y podías navegar por él en unos botecitos con techo que eran bien bonitos. Tenías bicicletas gratis en las puertas y todo estaba súper limpio y cuidado con mucha gente, familia, abuelitos, niños, disfrutando de ese aire limpio.